CONVERSANDO CON REBECA OLCINA YUGUERO
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CONVERSANDO CON REBECA OLCINA YUGUERO

Enseñando arte con gracia a través de un cuento, "Mata Mua"

Rebeca Olcina Yuguero | 20 ago 2025


‘Mata Mua’ de  Rebeca Olcina Yuguero

Enseñando ARTE con gracia a través de un cuento

Arte, Relaciones Humanas, Geografía y más, todo en uno

Nos reunimos hoy para hablar de tu cuento titulado ‘Mata Mua’, que se traduce como ‘Érase una vez’, que forma parte de un porto educativo del cual nos hablarás más adelante, ya que me interesa mucho. 

J.M.: Para comenzar esta entrevista, me gustaría que nos hablaras de ti y que explicaras a nuestros lectores en qué consiste el proyecto educativo que tienes entre manos, del cual forma parte el cuento ‘Mata Mua’.

R.O.: Mi nombre es Rebeca Olcina Yuguero, y soy la creadora del proyecto cuenticuadros que básicamente consiste en una idea creativa para enlazar arte, literatura y educación en valores. Este proyecto surgió cuado paseaba por los pasillos del Museo  Thyssen-Bornesmiza y me encontré con un pequeño cuadro cuyos personajes me contaron una bonita historia de amor prohibido, una píldora informativa de la libertad de elección guiada por el sentimiento más humano, el amor. En ese instante una chispa se encendió en mi, y el proyecto tomó forma con el nombre de cuenticuadros.  

J.M.: El cuento, según se explica en su interior, ‘representa al ser humano en su estado salvaje, y su progreso, gracias a valores  como, la solidaridad, compañerismo, diversidad, servicio y liderazgo, que surgen en momentos de supervivencia. ¿Qué nos puedes decir respecto a ello?

R.O.: La historia se basa en el ser humano y su evolución a través de la ayuda colectiva que surge por medio de unos valores aprehendidos por cada uno de los individuos que conforman el grupo. Estos valores suelen tener mayor intensidad cuando existe una situación de supervivencia real. 

J.M.: Mata Mua es una obra de Paul Gauguin, que data de 1892. La técnica utilizada es el óleo sobre lienzo. Se trata de un paisaje idílico cerrado por montañas, donde varias mujeres adoran a Hina, deidad de la luna. En primer término, encontramos a una mujer que toca la flauta. ¿Qué es lo que hizo que te basaras en este cuadro para crear tu cuento? 

R.O.: En el cuento Mata Mua su propio contenido me susurro la historia al visualizar una división de la imagen por un enorme árbol. En la derecha podemos ver a dos jóvenes mujeres vestidas de blanco, símbolo de la pureza, y en la izquierda, a un grupo de nativos alrededor de una estatua representativa de una deidad. Antropológicamente, todo pueblo ha creado su propia deidad como explicación a fenómenos sin respuesta y como símbolo protector. En torno a su dios o diosa creadora, giran sus vidas dando origen a una única sociedad con su propio culto, normas, y costumbres que otorgan una identidad propia. El árbol refleja el muro que se interpone entre estos dos escenarios, manifestando un tipo de marginación. 

La exclusión, en mi opinión, es una situación primitiva qué deriva en la diferencia y ello, provoca sentimientos de miedo o de superioridad hacia esta diversidad, y se responde con el aislamiento. En Mata Mua se genera una situación violenta, donde los pobladores de una isla, pertenecientes a diferentes grupos sociales se unen, liderados por las personas inicialmente discriminadas. Ellas les facilitan respuestas aceptables, convirtiéndose en una fuente de unión y amor entre todos ellos.

J.M.: Nos cuentas la historia de dos mujeres, a las cuales la diosa Hina se llevó la vista de una, de Mata, y a la otra el oído, de Mua. ¿Qué es lo que te atrajo de la historia de estas dos mujeres?

R.O.: Me encanto su complicidad. La manera en la que se complementan y se transmutan en el entorno de la naturaleza. Ellas no sólo no se entristecen ni se molestan por este aislamiento obligatorio, sino que ven su unión como un regalo. Creo que esa armonía la transmiten generosamente con sus cohabitantes de la isla, prestándose a su salvación sin dilación alguna. Curiosamente, esa complicidad existe con la obra de Paul Gauguin que, sin saberlo de antemano, encontré repetidamente a estas dos mujeres en varias de sus obras. Según nos dice su biografía podrían ser dos de sus mujeres a las que desposo en Tahití.

J.M.:  En el cuento comienzas la historia diciendo que en una isla perdida en el océano había tres pueblos: Papeete, Pacca y Mataca. También explicas que cada uno estaba en un extremo de la isla porque rivalizaban entre ellos. Actualmente, Papeete, en Tahití, es la capital de la Polinesia Francesa. Los tres pueblos rivalizaban porque todos querían ser el pueblo más fuerte y más rico. Las dos chicas se mantenían a distancia de todos los pueblos. ¿Puedes explicarles a nuestros lectores la razón por la que las protagonistas de la historia se mantenían alejadas?

R.O.: Como he indicado anteriormente, la marginación sucede por creer que ellas eran diferentes a ellos y cuya idea principal es que su deidad se llevo la vista y el oído de Mata Mua al sacrificarse por el pueblo. Quizás, las dejaron a su cuidado, esperando que la Diosa Hina las devolviera sus ofrendas, al convertirlas en sus adeptas.

J.M.: La parte de la historia más interesante comienza cuando el volcán Mauna Loa comienza a escupir lava. ¿Es esa parte la que te incitó a hacer el cuento?

R.O.: Fui hilando la historia según recolectaba y elegía las obras de Paul Gauguin necesarias para ilustrar el cuento. Esta es la parte, en la que el artista, da imagen al cuento y como el cuento da vida a su obra. Es una sinergia completa entre ambos y al que le debo una enorme gratitud. Por ello, los lectores pueden visualizar parte de su obra y entender su experiencia pictórica en Tahití con escenas cotidianas. 

Entre ellas había una imagen de una gran montaña, que bien podría ser un volcán, así que la use como detonante, como forma en la que la tierra lanza un clamor por una correcta convivencia en la que la solidaridad y el respeto determinan su comportamiento.  

J.M.: No voy a desvelar nada más del cuento porque, si lo hago, le quito toda la magia que tiene el ir conociendo lo que ocurre mediante la lectura. Quisiera saber, eso sí, si el proyecto va a conllevar la publicación de más cuentos. 

R.O.: El proyecto se cimentó en cinco cuentos que conectaban los tres museos principales que están más cercanos, el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofia.

Cada uno de los cuentos trata un valor diferente, entre ellos, esta la inclusión en Mata Mua, y en las otras obras seleccionadas hablan de la paz, la justicia inteligente, igualdad de género y empoderamiento de la mujer, y la diversidad.

El proyecto también incluye talleres en los que se puedan trabajar los valores mencionados, por lo que se pueden incluir en talleres ya gestionados por el departamento de educación de cada museo.

J.M.: Me gustaría que nos hablaras de otras obras tuyas brevemente, para que nuestros lectores tengan una mayor idea de tu trayectoria literaria.

R.O.: Desde que comencé con la idea de crear el proyecto, he escrito sobre varios cuadros, en búsqueda de historias que armonizaran con su colorido. Uno de los proyectos que más relacionado está con mi trabajo esta basado en los murales de Josep Maria Sert que se exponen en la Fundación Santander dentro de su colección pictórica. Enlace la historia del mural principal que se centra en el capítulo “Las bodas de Camacho” de nuestro famoso “Don Quijote”, transformado el entramado y rebautizado como “Las bodas de Quiteria” para apoyar el empoderamiento de la mujer. También he enviado cuentos a concursos y he escrito cuentos para la web de SYNERGIAS que apuesta por la igualdad de la mujer y tratar la violencia de género desde su juventud.

J.M.: Para finalizar la entrevista, ¿qué añadirías a la misma que creas que es importante? Si tienes algún otro proyecto entre manos o en mente, también puedes hablar de ello, si lo consideras oportuno. 

R.O.: Me gustaría mencionar otros proyectos no literarios pero a mi parecer muy significativos por su finalidad.

En el año 2024 me propuse trabajar sobre un proyecto que lo nombre HOPECARD, para ayudar a las personas sin recursos, en concreto a los SIN TECHO para poder recaudar con una tarjeta que al mismo tiempo les sirva de medio de pago. Una especie de cuenta financiera dentro de una simple tarjeta para destinarlos a sus gastos más básicos.

Actualmente, y dada la situación política actual, creo necesario sembrar la semilla de la democracia entre los jóvenes a través del proyecto CARTA MAGNA, con el objetivo de que puedan valorar un sistema político inclusivo y participativo en el que apreciar tu propio voto es una responsabilidad social.

 

                                                      Juana María Fernández Llobera

Las actividades del Centro Intercultural Hipatia son apoyadas por la Fundación Guillem Cifre de Colonya Caixa Pollença

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