HISTORIA DE LAS MIGRACIONES

Columna: EL ESPÍA SOCIAL

Texto: M. Palou-Bosch

Imagen: [Vapor] “EL MALLORQUIN”, acuarela de Ramon Sampol Isern (https://fotosantiguasdemallorca.blogspot.com)

FUENTES:

(1) ULTIMA HORA, 8-9-2024, Sección “Tal día como hoy... [1887]”: “Los emigrantes (LAS NOTICIAS, 8/9/1887)”, Miquel Ferrà i Martorell (Radio cultura, 12/9/2024, MPB, “Perfiles”). Versión del poema: MPB.

(2) ÚLTIMA HORA, 18-12-2025, Sección “Tal día como hoy... [1900]”: “Un marino de pura cepa”, Miquel Ferrà i Martorell.

HISTORIA DE LAS MIGRACIONES

Para recordar que en Mallorca también fuimos emigrantes, precisamente hacia aquella lejana América y a la más cerca África del norte, Ferra Martorell nos recuerda (1) lo que ocurría en aquel 8 de septiembre de 1887, según la crónica del periódico LAS NOTICIAS (Palma).

                El rotativo decía así: “En el vapor que salió ayer tarde con dirección a Argel, salieron gran número de emigrantes para encontrar en África los medios de subsistencia que les niega su patria de Mallorca. ¡Triste espectáculo, siempre doloroso, el de presenciar la partida de esos seres que abandonan la patria y el hogar, impulsados por la miseria!”.

                Ferrà, al efecto, improvisa una glosa, que por mi parte me permito versionar, impresionado por este pasado que, tal vez, no se quiera recordar por algunas personas; y, también, porque mi bisabuelo materno pudiera haber ido en aquel viaje. Era zapatero remendón, estaría un año o dos, según mis yayas (abuela y tía abuela maternas) me dijeron. Pero creo que tuvo que volver rápido, pues la propaganda de éxito que se manifestaba en la Isla, y que le animó a emigrar, no coincidió con lo que se encontraría. Argel servía para quienes eran ágiles en los negocios, pero no para un humilde remendón. Ahí va la glosa:

                Cargada de miseria, / sin trabajo ni jornal, / la pobre gente hambrienta, / lejos de Mallorca se va. / Chiquillos, hombres y mujeres, / y viejos de cabellos blancos, / abandonan sus casitas/ tantos años habitadas. /Todos ellos, de pie en/cubierta, del barco ya zarpado, /saludan con la mano/ a los que quedan en tierra. / Y dicen llorando y tristes: / ¡Adiós hermosa Mallorca! / Que se marchan tus braceros, /que se marchan a tierra extraña;/ quién sabe si volverán...

                Por otra parte, también el día 18 de diciembre de 2025 (2) Ferrà nos menciona un viaje del buque “Catalina”. El transatlántico venía de Barcelona para recoger mallorquines con destino a las Antillas. El capitán de la nave, “después de cincuenta años” (2) de surcar los piélagos, realizaría su último viaje para retirarse y descansar. El oficial observaba, tal vez alegre, su nuevo horizonte. Los viajantes mallorquines también en su mente debían dibujar un iluminado empíreo lleno de provechos. Algunos consiguieron el éxito, otros medio éxito, otros tuvieron que volver tiempo más tarde, acompañados con su fracaso, o se quedarían ya en estas lejanas tierras de forma definitiva, por falta de peculio para costearse el viaje de vuelta. Desde luego, otros tantos volvieron llenos de riquezas: fueron los famosos “indianos mallorquines”, algunos de los cuales llegaron a ser incluso prestamistas de la arruinada nobleza de la Isla.

                El pasado no está borrado. Haríamos bien en revisarlo de vez en cuando. Tal vez, así, no cometeríamos tantos errores a la hora de interpretar la actualidad social.

M. Palou-Bosch