"The Beatles. Unas notas"
de Juana Martínez Vázquez
Vivencias y sensaciones en torno a la vida del legendario grupo.
Buenas tardes, Juana.
Nos reunimos hoy para hablar de tu libro ‘The Beatles. Unas notas’, que muestra vivencias y sensaciones personales en torno a el legendario grupo musical.
J.M.: Para comenzar la entrevista, me gustaría que nos hablaras de ti, para que nuestros lectores puedan conocerte. Me gustaría que nos contaras dónde naciste, en qué lugar resides ahora, cuál fue la causa que te llevó a estudiar Magisterio y luego Filología inglesa, alguna anécdota como docente, a ser posible, y qué te llevó a sumergirte en el mundo pictórico. Y todo lo que pienses que pueda conllevar un mejor acercamiento a las personas que leen nuestro periódico.
J.M.V: Buenas tardes. Yo nací en el Puerto de Sagunto, donde estuve un año. Después pasé por Picasent y Castellón, hasta que cuando yo tenía seis años, mi familia se estableció en Villajoyosa, Alicante, donde ahora resido. Estudié Magisterio por la especialidad de inglés y Filología Inglesa, y aquí puedo decir que la elección del idioma tuvo que ver mucho con mi afición por los Beatles. Cuando yo empecé la secundaria, era más habitual elegir francés, pero las canciones de los Beatles fomentaron mi interés por el inglés.
En aquella época, desde que recuerdo, siempre me gustó escribir. Primero un diario, en el que volcaba todos los sentimientos que puede tener una adolescente. Me encantaría haberlo conservado. Era también muy aficionada a escribir poesía y recuerdo que envié uno de mis poemas a un concurso de radio, por supuesto, por timidez con un seudónimo. Un día, reconocí mis versos en la voz de alguien que los estaba recitando en un programa. Lo comentaron y dijeron que se trababa de un un accésit y que la autora no se había puesto en contacto con ellos. Cuando lo dije en mi casa, supe que mi madre había rechazado la carta que había llegado a mi domicilio porque el nombre era desconocido. Pasado un tiempo la pude recuperar en correos, aunque me perdí el premio, que supongo que serían libros. Pero tan feliz y orgullosa con mi accésit. Guardo esa notificación con cariño.
Respecto a mi gusto por la pintura, empezó justamente en magisterio, Yo nunca había destacado en Artística. Pero tuve un profesor que nos daba una pequeña explicación y luego nos dejaba absoluta libertad para hacer los que quisiéramos. Eso te ponía en una situación de conflicto. Tenías que elegir temas, técnicas,… y empezó a gustarme lo que resultaba. Ahí empecé a aficionarme, a ver pintura. Además. En Yecla (Murcia) donde pasé muchos años, había una Escuela Municipal de Bellas Artes, a la que siempre estuve vinculada. A mi recordado amigo y maestro, el pintor Vicente Juan Molina, le debo los conocimientos que pueda tener. En Yecla hay una gran actividad pictórica. Eso me encantaba. Allí trabajé casi veinte años como maestra y continué en Villajoyosa. Tanto la escritura como la pintura han estado presentes en mi trayectoria como maestra. Ahora, sin esperarlo, estoy viviendo una etapa muy fructífera a nivel creativo que me está dando muchas alegrías.
J.M.: Cuentas en tu libro que la música de los Beatles inundó tu vida. ¿Puedes contar a nuestros lectores cuándo comienzas a escuchar su música y cuál es tu tema favorito?¿Nos puedes expresar la razón de tu elección? Hablas en tu libro de tus vivencias en los años setenta del siglo XX en torno a esa música, aparte del viaje a Liverpool. ¿Qué es lo que recuerdas con más cariño de esa época en torno a su música?
J.M.V: Yo descubrí a los Beatles a los quince años, durante un verano en que mis notas no fueron buenas y me tocó estudiar para septiembre. Escuchaba en la radio cada tarde un programa sobre ellos que me fascinó. Los Beatles no eran unos desconocidos para mí, ya llevaban unos años separados y publicando individualmente, pero aquel programa, que esperaba con expectación, me llevó a una música y a unas historias que ya siempre me acompañaron.
Me resulta difícil elegir una canción, porque si algo tienen los Beatles es su nivel de calidad en todo lo que han hecho. Pero recuerdo mucho en aquellas tardes “Penny Lane”. Me parece una canción sublime, con esa parte instrumental de trompetas. “Penny Lane”, como otras muchas melodías me calaron tanto, que aunque he disfrutado de otros estilos y otros cantantes, Los Beatles ya formaban parte de mi vida.
De aquella época recuerdo la alegría con que se recibía cada nuevo disco de los Beatles que entraba en mi casa. Así como el cariño que le ponía a mi álbum de fotografías y cómo intentaba conseguir esas preciados recortes de revistas o periódicos, que me gustaba organizar cuidadosamente. Aún lo conservo.
J.M. Rosa Campos Gómez prologa tu libro. ¿Cuál es la razón de que quisieras que fuera ella la que escribiera el prólogo? En él nos habla de que tu forma de narrar es muy cercana, utilizando la forma coloquial. Estoy completamente de acuerdo en esa apreciación de Rosa.
J.M.V.: Encontrarme con Rosa Campos, de una forma totalmente casual, ha sido una gran suerte, algo que ha sido muy determinante en estos últimos años. Contacté con ella por internet cuando yo estaba escribiendo “La Estación”. La felicité por un bellísimo poema suyo sobre este tema que estaba en redes. A partir de ahí, el libro que estaba destinado a un entorno familiar, pasó a ser publicado en la Editorial Almadenes, ya que a Rosa le pareció interesante. El libro me dio muchas satisfacciones, y lo mismo me está pasando con “The Beatles. Unas Notas”. Agradezco muchísimo su confianza, porque el hecho de que alguien de su sensibilidad aprecie lo que yo escribo, me halaga. Para mí ha sido un lujo que Rosa haya escrito el prólogo de mis dos libros, porque sus palabras los han enriquecido.
J.M.: Te sumerges en todo lo relativo a los Beatles cuando realizas un viaje a Liverpool. ¿Tenías ya la idea de escribir un libro sobre ellos? ¿Qué fue lo que más te impactó en ese viaje?
J.M.V.: No tenía la idea de escribir un libro. En un principio no iba a ir sola a Liverpool, pero surgió así. Se me echaba el tiempo encima porque se trataba de celebrar el cincuenta aniversario de mi descubrimiento de los Beatles, y en noviembre, antes de que acabara el año, me fui con mucha ilusión y con una libreta, eso sí, porque quería plasmar todas las sensaciones que iba a vivir allí cada día.
En noviembre, en Liverpool, los días son especialmente fríos y cortos, así que cuando terminaba mi jornada de visitas (visitas que llevaba perfectamente planeadas), de vuelta en mi apartamento, me disponía a escribir, a modo de diario, todo lo que había visto y sobre todo, sentido en cada uno de esos lugares tan preciados para mí. Después lo fui enlazando con recuerdos de mi adolescencia y algunas vivencias y personajes relacionados con el grupo. Todas las visitas que hice en Liverpool me retrotraían a los momentos en que empecé a escuchar y a admirar a los Beatles. El texto que resultó, no era una biografía de los Beatles, sino un recorrido emotivo de los Beatles por mi vida.
Disfruté mucho este viaje, recorrer tantos lugares que siempre había deseado visitar, fue muy emocionante. Entrar en el Cavern, sótano donde ellos solían actuar, fue como entrar en un lugar de peregrinación. Allí se disfruta desde la mañana de actuaciones en directo, de mucha calidad, con música de los Beatles. Es muy recomendable.
Me pareció increíble como los Beatles estaban presentes en cada rincón. La ciudad entera gira en torno a ellos. En agosto se celebra la Semana de los Beatles, donde se dan cita miles de admiradores de todo el mundo y se programan muchas actividades de todo tipo para disfrutar de la música y el recuerdo del grupo en su ciudad. Liverpool, no deja de recibir cada día personas, que como yo, quieren recorrer y saborear cada rincón de la historia de John, Paul, George y Ringo. Pero, además, Liverpool ofrece muchas más cosas, y creo que merece otra visita para dedicarle más tiempo.
J.M.: ¿Qué destacarías de las casas de la infancia de John Lennon y Paul McCartney que visitaste?
J.M.V.: Las dos casas están en las afueras de la ciudad. Ambas pertenecen al National Trust for Places of Historic Interest or Natural Beauty, y sólo esta organización puede enseñar su interior, a grupos reducidos.
La experiencia fue maravillosa, porque esos lugares que yo siempre había tenido en mi imaginario, de repente estaban frente a mí. Recorrer las casas que en habían vivido John y Paul, donde habían ensayado, creado música desde que eran adolescentes, me emocionó.
Especialmente la casa de Paul McCartney me sorprendió por su sencillez. Era una casa típica de un barrio obrero. Cuando Jim, el padre de Paul iba a trabajar, la casa quedaba libre para que Paul y John se reunieran para tocar y componer a sus anchas. Después también se uniría George. Saber que entre esas paredes habían surgido muchas de las canciones que luego tanto he admirado, fue algo muy especial.
J.M.: Dedicas el segundo capítulo de tu libro a Brian Epstein. ¿Crees que se debería haber hablado más de él, ya que consiguió que los Beatles fueran famosos?¿Cuál es la razón de que le dediques un capítulo?
J.M.V.: Brian Epstein marcó la diferencia con los Beatles. En el programa de radio que de alguna forma me los descubrió, se contaba la forma en que Brian, desde su tienda de discos sintió curiosidad por un grupo por el que algunos jóvenes le preguntaban. Nunca se sabe qué hubiera pasado si ese interés no se hubiera producido. Puede que los Beatles no hubieran pasado de ser un buen grupo local, como hubo otros. Pero Brian, tuvo una intuición que le hizo ver esa calidad y se empeñó en llevarlos al éxito, orientándolos con su visión de hombre de negocios. Ellos se dejaron guiar, en lo referente a vestuario, al modo de estar en el escenario, aunque la parte musical era estrictamente del grupo.
En pleno éxito de los Beatles, Brian murió repentinamente con treinta y dos años. Había llevado a los Beatles a lo más alto y era un nexo de unión y un guía para ellos. Con su marcha, quedaron huérfanos. Él se había ocupado de todo, ahora ellos debían tomar las decisiones de todo tipo y en asuntos de los que nunca se habían ocupado. Empezaron las primeras discrepancias que acabaron con la disolución del grupo. Probablemente, de haber vivido Brian, los Beatles habrían permanecido juntos más tiempo.
La figura de Brian Epstein es fundamental, porque él mostró al mundo a los Beatles. Y a la vez, como ocurrió con Stu Sutcliffe, componente del grupo inicial que murió a los veintidós años, justo antes de que saltaran a la fama, sus repentinas e inesperadas muertes añadieron un romanticismo trágico a la historia de los Beatles.
J.M.: Los Beatles fueron líderes en lo que de llamó la contracultura, tal como explican en tu libro, con tendencia claramente pacifista ante los conflictos bélicos de aquellos momentos , como podía ser la guerra de Vietnam. ¿Crees que ese hecho acrecentó su fama?¿Crees que mucha gente se declaró pacifista gracias a su influencia?
J.M.V.: A lo largo de su carrera, los Beatles, y después cada uno de sus componentes dieron muestras de su actitud en favor de la paz y los derechos humanos. Son legendarias las campañas por la paz de John Lennon, también George Harrison fue un pionero en realizar conciertos solidarios (The concert for Bangladesh). Las letras de sus canciones son verdaderos himnos pacifistas, “Imagine”, “Living in the Material World”…, El lema de Ringo Starr es “Peace and Love”. “All you Need is Love” fue la canción que los Beatles eligieron para una conexión via satélite el 25 de junio de 1967, con la que este grito pacifista llegó nada menos que a cuatrocientos millones de personas en todo el mundo. Paul McCartney además es un gran activista a favor del respeto a los animales, declarándose vegetariano y concienciando para que disminuya en el mundo el consumo de carne.
Sólo con sus canciones los Beatles tenían un lugar privilegiado en la Historia, pero fueron más que música. Marcaron tendencia en muchos sentidos, la gente joven empezó a vestir como ellos, pero también aportaron una nueva forma de ver el mundo, que empezaba por el pacifismo, el cuestionamiento de lo establecido y la lucha contra las injusticias. Estas actitudes en personas tan influyentes fueron muy determinantes para tantas personas que veían en los Beatles un modelo a seguir. Su implicación, especialmente en el caso de John Lennon le ocasionó muchos problemas, ya que fue duramente perseguido por el gobierno del presidente Richard Nixon, que pretendía deportarlo de Estados Unidos, porque conociendo la gran influencia en la juventud del Beatle, veía en él una amenaza para sus políticas. De hecho lo declaró “persona non grata”. John Lennon quiso utilizar su posición como músico mundialmente reconocido y admirado en favor de lo que él consideraba justo y creo que abrió un camino para que otras celebridades alzaran su voz.
Hoy considero que personas que pueden ejercer una gran influencia en el mundo y cuyas opiniones serían escuchadas y seguidas, han elegido el silencio o la indiferencia. Nos faltan líderes para luchar por un mundo mejor.
J.M.: Dedicas un capítulo a Freda Kelly, que llegó a ser Presidenta del Club de fans de los Beatles. ¿Qué destacarías de ella? ¿Cuál es la razón de que le hayas dedicado un capítulo? ¿Fue un claro motor el club de fans para su rápido ascenso a la fama?
J.M.V.: Cuando me empezaron a gustar los Beatles, ya se habían separado. No supe nada de Freda Kelly hasta hace un par de años en que vi la película “Good Ol’ Freda”, un documental sobre su trabajo y relación con los Beatles. Me sorprendió su historia. Fue una persona que vivió la trayectoria del grupo desde sus inicios y mantuvo con los cuatro y con sus familias una relación muy estrecha. Estaba en el lugar que cualquier seguidor de los Beatles hubiera querido ocupar. Pero a pesar de su situación, siempre quiso mantenerse alejada del primer plano. Como secretaria de Brian Epstein y presidenta del club de fans, desempeñó su trabajo con absoluta dedicación y lealtad. Ella misma era una fan de los Beatles, antes de que se convirtieran en un fenómeno mundial, y dedicó mucho tiempo y cariño a atender a los fans, en un tiempo que no existían las redes sociales.
Cuando los Beatles se separaron, siguió con su empleo de secretaria en otras empresas y no quiso beneficiarse de la fama que su antiguo trabajo con los Beatles le habría proporcionado. Ni siquiera las personas de su círculo conocían su historia. Sólo lo hizo muchos años más tarde con el rodaje de la película, que quiso ofrecer como legado a su nieto. Me parece que tiene una historia digna de contarse.
J.M.: No voy a desvelar más del libro para no quitar la magia que pueda tener el leerlo. Me gustaría que nos hablaras brevemente de otras obras que hayas escrito.
J.M.V.: En 2022 se publicó “La Estación”. Siempre había querido escribir sobre los recuerdos que tenía de las temporadas que pasé con mi abuela en la estación de Calasparra. Coincidieron dos cosas que me empujaron a escribir. Por una parte, disponía de más tiempo y además el 2 de marzo de 2019 se produjo el cierre definitivo de la estación, lo que me produjo mucha tristeza, porque eso significaba que aquel entorno iba a desaparecer.
La estación, algo distanciada del pueblo, recogía en su entorno un núcleo de población relacionada con el ferrocarril, cantina-tienda y posadas. Este libro de recuerdos, para mí entrañables, quería dejar constancia de lo que era la estación cuando yo la conocí, sus paisajes, las personas que allí vivían y, como mi familia ha estado muy vinculada a ella, quise hacer un recorrido por su historia.
Muchas otras estaciones se han cerrado en la que se ha llamado la “España vaciada”, zonas que pierden sus infraestructuras y quedan aisladas. Una pena, cuando han vivido durante muchos años las ventajas del tren, que es el medio de transporte más limpio, seguro y sostenible, que vertebra territorios y da vida. Ahora me alegra que haya un movimiento de personas que valoran la conveniencia del tren y exigen su vuelta, de la que tanta gente se beneficiaría.
J.M.: ¿Tienes algún proyecto que hayas comenzado, o tengas en mente, del cual nos puedas comentar algo?
J.M.V.: Estoy preparando una exposición de collages en Alfaz del Pi, en septiembre, con lo que me estoy dedicando a terminar algunas obras. Están hechas con envoltorios de bombones y chocolates. Son cuadros de formas geométricas y también figurativas, en las que lo más importante es el color. Por cierto, en Liverpool aproveché para comprar algunos chocolates de recuerdo, con los que elaboré una obra, que utilicé para las letras de la portada de “The Beatles. Unas Notas”.
Tengo previsto hacer presentaciones del libro en diferentes ciudades, porque espero que llegue a muchas manos. Me produce mucha satisfacción el encuentro con personas que muchas veces han tenido una experiencia cercana a la mía en cuanto al seguimiento de los Beatles, y también, algunos por referencia de sus padres o familiares. Se crean momentos muy entrañables y los disfruto mucho. Las reseñas que estoy recibiendo son muy gratificantes. Aunque ya he comentado que este libro no es estrictamente una biografía de los Beatles, me comentan que han descubierto muchas cosas de ellos que no sabían. A los Beatles, hay que conocerlos. Son clásicos ya. Pasados tantos años de su disolución, tienen mucho que aportar. Brian Epstein, decía con mucha seguridad en los años sesenta, que los niños del año 2000 escucharían a los Beatles. Y Sean Lennon, cuando recogió recientemente el Grammy por “Now and Then”, recomendó a los padres que pusieran a sus hijos la música de los Beatles. Ojalá tengan la oportunidad, porque cuando suena la música de los Beatles es como si acabara de salir, no ha perdido frescura ni fuerza.
En cuanto a escribir, no tengo por ahora ningún proyecto. Por la experiencia que tengo hasta ahora, más que pensar en un proyecto, el tema tiene que venir a mí. Mi relación con la escritura es más bien emocional. Volveré a escribir en cuanto encuentre algo que me cree esa necesidad. Y estaré encantada, porque esa necesidad siempre viene acompañada de un gran placer.
J.M. Para finalizar la entrevista, ¿qué quieres añadir que consideres importante y que no hayamos tocado en ninguna de las preguntas que te he hecho?
J.M.V.: Me gustaría resaltar uno de los capítulos del libro que trata de la discreta estancia de Paul McCartney en la ciudad donde resido, Villajoyosa, en 1972. Hacía muy poco tiempo de que los Beatles se habían separado, y Paul estaba comenzando una experiencia nueva con su grupo Wings. Fueron dos semanas llenas de anécdotas y fotografías que sorprenden. Esta historia tiene su origen en una investigación que hizo mi hermano, Antonio Martínez, al que contagié mi amor por los Beatles. Vio en mi álbum una foto que yo había podido conseguir sobre aquellas vacaciones y años más tarde inició un seguimiento de lo que fueron aquellos días de Paul McCartney en Villajoyosa. Esta investigación suscitó mucho interés en distintos medios de comunicación.
Tengo que decir que fue un placer escribir este libro,”The Beatles. Unas Notas”, porque en él he volcado todos los sentimientos, las emociones que los Beatles me han despertado y a la vez el agradecimiento que siento hacia lo que me han aportado. Pero además, me encanta saber que todas esas sensaciones les han llegado a aquellos que han leído el libro, e incluso algunos me han dicho que les ha despertado las ganas de viajar a Liverpool. Así que estoy muy agradecida.
El libro se puede pedir en la Editorial Almadenes o también en el correo beatlesunasnotas@gmail.com , si se desea, con dedicatoria de la autora.
Muchísimas gracias a la Asociación Intercultural Hipatia y a Juana María Fernández Llobera por esta entrevista y por su labor divulgadora dando a conocer libros y autoras, porque fomentar la lectura es una tarea conveniente y muy necesaria, especialmente en los tiempos que corren. Que sigáis iluminando estos caminos. Gracias.
Juana María Fernández Llobera
Las actividades del Centro Intercultural Hipatia son apoyadas por la Fundación Guillem Cifre de Colonya Caixa Pollença.
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