Ensayo de María José Palma Borrego:
<<La psiquiatría fascista española. La lógica de un discurso de exterminio.
Dos casos clínicos de mujeres “rojas”>>
Buenas tardes, María José.
Esta vez nos reunimos para hablar de otro ensayo tuyo, que lleva por título <<La psiquiatría fascista española. La lógica de un discurso de exterminio. Dos casos clínicos de mujeres “rojas”>>, que me ha parecido muy bien documentado e interesante. Me gusta poder hacerte la entrevista porque es un tema del cual quería saber más.
J.M.: Como ya te pregunté sobre ti en la anterior entrevista, que trató sobre tu ensayo cuyo título es ‘La larga marcha de las mujeres chinas’, voy a entrar de lleno en el ensayo que hoy nos ocupa, el de la Psiquiatría fascista española. En la introducción nos explicas que la primera parte del siglo XX fue una época de descubrimientos muy importantes en la ciencia y en la transformación social, pero haces hincapié en que también fue una época de destrucción masiva de poblaciones, que se justificaba con las teorías raciales apoyadas en disciplinas como la psiquiatría, que consideraba la enfermedad mental como un defecto que había que eliminar. ¿Tu ensayo se basa en lo que pasó en España en ese sentido? ¿Qué nos puedes expresar al respecto?
M.J. Para contestar a tu primera pregunta lo haré desde una perspectiva histórica. En España, las ideas ilustradas aparecieron públicamente en 1760. El tratamiento de las enfermedades mentales de forma científica en el país no era una cuestión exclusivamente de ideología política, sino que sobre todo era también una cuestión de problemas económicos: por un lado, la pobreza del Estado y en general de las administraciones públicas, y por otro, la riqueza de las órdenes religiosas, colocaban la atención a las enfermedades mentales en una situación de conflicto permanente.
En cuanto a la política con el exilio de los liberales, que pretendían introducir en el país las ideas ilustradas en general y las de una mejor asistencia psiquiátrica en particular, y la restauración del absolutismo de Fernando VI, la ideología liberal y el desarrollo social y médico que proclamaban los liberales, fracasaron. Como consecuencia, la asistencia psiquiátrica cayó en decadencia, hasta el punto de que durante la primera mitad del siglo XIX la asistencia a los enfermos mentales fue catastrófica.
En esta situación, la asistencia a los enfermos mentales en España se debate entre el desinterés del Estado y el interés de la Iglesia, que tradicionalmente se ha ocupado de los enfermos mentales, los pobres y los marginados, es decir, entre el derecho civil a la salud y la caridad. Este debate duró hasta el final del franquismo.
Por otra parte, a la situación medicolegal de la enfermedad mental en España hay que añadir el escaso conocimiento de los alienistas y psiquiatras españoles de las teorías del alienismo y de la psiquiatría europea, especialmente la alemana e inglesa, con la excepción de las teorías francesas, por lo que la práctica médica de la enfermedad mental en España fue catastrófica hasta, como ya he dicho,, el final del franquismo y me atrevería a decir que hasta ahora en la asistencia hospitalaria de la enfermedad mental.
J.M.: En tu ensayo nos hablas de que había dos núcleos que se comenzaron a interesar por una psiquiatría alejada de la idea de caridad y más cercana al positivismo en cuanto a la atención de los enfermos mentales. Estos dos núcleos geográficos se encuentran en Madrid y Barcelona, que fueron fundadores de la psiquiatría española. Nos hablas de que en Madrid destacaban los doctores Pedro Mata y Fontanet, José María Izquierdo y Jaime Verá y Villargoitia y, en Barcelona, los alienistas Giné i Partagás, Dolsa y Llorach, Emili Pi i Molist, Antonio Pujadas i Mayans, y luego se añade un discípulo de Giné, el doctor Antonio Galcerán Granes. Explicas que todos ellos abrieron establecimientos privados para su práctica clínica de los enfermos mentales. También nombras al Dr. Vietnam en Valencia. ¿Puedes explicar un poco a nuestros lectores en qué consistían las teorías alienistas europeas?
M.J.: La alienación se refería a la perdida de la Razón, es decir, a la locura y el alienismo buscaba recuperarla. No es de extrañar que su origen fuera Francia, un país que, en el siglo XVIII, con la Ilustración, declara a la Razón como el elemento fundamental del ser humano.
El alienismo fue una disciplina médica surgida en Europa, especialmente en Francia que se centró en el estudio y en el tratamiento de la enfermedad mental. Fue la disciplina precursora de la psiquiatría moderna y fue impulsado por Philippe Pinel. Fue una disciplina cuyo enfoque fue muy diferente en la atención de los enfermos/-as mentales. Este enfoque estaba muy alejado de las explicaciones religiosas y de la Moral, aunque estaba centrado más en la anatomía del cerebro que en la psique.
Dicho de otro modo, En el siglo XIX la psiquiatría, como actividad científica y como especialidad, nació bajo la influencia de las teorías positivistas, y más claramente del positivismo científico, que proclamaba que el análisis de los hechos reales debía ser verificado por la experiencia y por el estudio científico del ser humano. Desde esta perspectiva, la Razón es el instrumento para el conocimiento de la enfermedad mental. La psiquiatría define así su objeto de estudio siguiendo el modelo médico de la enfermedad. Se trata, pues, en la actualidad de una psiquiatría orgánica, fenomenológica, cuyo objeto de estudio se centraba específicamente en el cerebro como fuente de la enfermedad mental.
J.M.: En abril de 1938, expones en tu ensayo que, en la zona republicana se creó la Dirección de Servicios Psiquiátricos y de Higiene Mental del Ejército Republicano y paralelamente ese mismo año en la zona franquista, se organiza El Gabinete de Investigaciones Psicológicas de los Campos de Concentración, dirigido por Antonio Vallejo-Nájera, jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares del Ejército Franquista. También hablas de que es esos últimos servicios se realizan investigaciones psicológicas y antropológicas con presos y presas de las Brigadas Internacionales y con los opositores políticos españoles al Régimen. Dichas investigaciones, según indicas, se publicaron entre 1938 y 1939 definiendo las características biológicas de estos sujetos. ¿Puedes explicar un poco a nuestros lectores en qué consistían dichas investigaciones?
M.J.: Existen muy pocas pruebas sobre las investigaciones, si se puede llamar así, de los psiquiatras españoles fascistas si no son entendidas desde la perspectiva moral, que tiene como base en lo que he llamado “la lógica de la excrecencia”. Con ella, los psiquiatras fascistas borran no solo una categoría de individuos, sino toda la individualidad con el objetivo de instaurar un reino de terror totalitario. Con respecto a las características biológicas de los sujetos psiquiatrizados, estas tienen que ver, por ejemplo con las mediciones del cráneo y según estas concuerden o no con las medidas ya preestablecidas, el diagnostico podía ser uno u otro, pero lo que me interesa recalcar aquí es la visión médico-moralista del Régimen, que incluía la eliminación simbólica y física de la disidencia y en ese sentido se pudo establecer la medicalización de toda la disidencia y establecer la categoría médica de las “rojas” como enfermas mentales.
J.M.: Podemos leer en tu ensayo que, el 18 de abril de 1940 se constituyó la Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría, en la que se integraron los psiquiatras españoles fieles al Régimen. La constitución de esta sociedad servirá para hacer desaparecer la antigua Asociación de Psiquiatría. Dicha Sociedad está dirigida por un presidente, el Dr. López Ibor, y dos vicepresidentes: el Dr. Vallejo Nájera y el Dr. Sarró. Hay también un secretario, el Dr. Jesús Ercilla, un vicesecretario, el Dr. Villamil, un tesorero, el Dr. Vela del Campo, un vicetesorero, el Dr. Fuster y los doctores Delgado Roig, Sabater, Soto, Marco Merenciano. Domínguez Berrequero, Ramón Urbano y Roja Ballesteros como vocales. ¿Qué nos puedes decir de esta Sociedad, resumiendo, para que nuestros lectores tengan una idea?
M.J.: La Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría se constituyó como dices en 1940 y con ella se suprime la antigua Asociación de psiquiatría de origen republicano
Entre los objetivos de la organización se encontraba no solo tratar los problemas de salud mental derivados de la guerra, sino también la realización de congresos nacionales sobre patologías neurológicas y psiquiatría. Por ejemplo, del 12 al 14 de enero de 1942 tendrá lugar en Barcelona, organizado por la Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría.
J.M.: La nueva Sociedad de la que hemos hablado en la pregunta anterior, celebra un único Congreso Nacional de Neurología y Psiquiatría en Barcelona del 12 al 14 de enero de 1942. La conclusión del Congreso de 1942 fue la abolición de las antiguas organizaciones psiquiátricas y la creación de una Nueva Sociedad de Neurología y Psiquiatría que duró muy poco. ¿Qué nos puedes decir de ese Congreso? ¿Fue el comienzo de otros congresos que ampliaron la temática psiquiátrica a la Psicología?
M.J.: Si como dije anteriormente, el Régimen hizo tabla rasa de todo lo que recordara la República. El Congreso Nacional Español de Neurología y Psiquiatría será el único que organizará La Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría porque su existencia fue efímera, pero en él se establecerán los principios básicos de la psiquiatría española.
En él señalaba los principales intereses de la psiquiatría española bajo el nuevo Régimen. Los ejes programáticos presentados se referirán siempre a la negación del pasado reciente y son los siguientes:
1.- La victoria de la Guerra de Liberación nos devolvió la verdadera tradición cultural española originaria de la Hispanidad, por lo que la creación de la Nueva Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría.
2.- En el contexto del retorno a las tradiciones culturales españolas, los logros históricos de la asistencia psiquiátrica desde el siglo XV al XVIII deben ser ensalzados en el marco de la Hispanidad.
3.- No todas las aportaciones extranjeras han conseguido resolver el problema de las enfermedades mentales.
J.M.: Es en abril de 1949, bajo la presidencia del Dr. Antonio Vallejo Nájera, cuando se reorganiza la antigua Asociación Española de Neurología y Psiquiatría, que tomará el nombre de Asociación Española de Neuropsiquiatría. También expones en tu ensayo que, la elección de este nombre muestra el interés del Régimen Español y de la Psiquiatría por seguir el espíritu de la primitiva Asociación del mismo nombre fundada en 1924. ¿Es este médico el que más influirá en todo lo relativo a la Psiquiatría Fascista? ¿Qué nos puedes destacar de este hombre que consideras importante?
M.J.: Antonio Vallejo Nájera es quizás por sus cargos político y militares el más conocido por la gente ya que articula y lleva a la practica la noción del “gen rojo”, pero en el interior de la Falange también existía un grupo de psiquiatras menos conocido como el Dr. Franco Merenciano, que trabajó especialmente con el tema de la psicosis, termino que se estaba empezando a utilizar en la época.
J.M.: Explicas en tu ensayo que en el discurso psiquiátrico fascista español sobre la higiene mental, <<el eugenismo>>, se reproduce un modelo discursivo que consagra la exaltación de las ideas nacionalistas y católicas, que buscan su origen en los valores consagrados por la Hispanidad. ¿Qué nos puedes decir sobre este punto para que nuestros lectores tengan una idea de lo que has expuesto sobre ello en tu ensayo?
M.J.: Hay un largo recorrido desde la Francia del siglo XVIII hasta la Alemania de los años 1930, y especialmente a partir de la llegada de los nazis al poder, en que el discurso psiquiátrico, jurídico, médico y psicológico, desarrolla una serie de conceptos relativos a la genética y a la biología. El discurso psiquiátrico se constituye entonces como un conocimiento o bien procedente de Dios, como es el caso de los creacionistas, o bien del conocimiento científico, que considera peligroso todo lo que no encaja en el orden establecido. En Alemania, antes de la llegada del poder de los nazis, la medicina, la psiquiatría y la psicología tenía una reputación internacional. En ese momento, había problemas en Europa -Alemania, Francia y Austria- en relación con la eutanasia y su práctica. De hecho, fue a partir de los años 30 cuando se desarrolló el programa de eutanasia, es decir, la supresión de vida sin valores o indignas de ser vividas”. Había comenzado en 1905 en Europa, pero fue rechazado en 1921 Alemania y volvió a empezar más tarde con los nazis. La influencia de estas ideas fue agradablemente acogida por el Régimen franquista.
J.M.: La eutanasia comenzó en Europa en 1905, no sin conflictos en Francia. Austria y Alemania, según explicas en tu ensayo. En Alemania la eutanasia sería una práctica importante en La Sociedad de Higiene Racial, fundada en 1905 por Ploetz. En 1914, A. Alzheimer se refiere a la eugenesia, concibiéndola como la: “supresión de vida sin valor o indistintas de ser vividas”. ¿Puedes explicarles un poco lo que ocurrió a ese respecto en España durante y después de la Guerra Civil Española?
M.J.: En España, la práctica de la eutanasia es gradual. Se llama “eutanasia discreta” en el ámbito psiquiátrico. Esta práctica ha estado vinculada al exterminio de los pacientes psiquiátricos, entre otros. Pero la práctica más extendida era sobre todo la que implicaba la “eugenesia positiva”, es decir, que, en lugar de dar muerte a los débiles, se trataba de multiplicar los selectos, de ahí la política del Régimen en materia de matrimonios y nacimientos. Por otra parte, sabemos que bajo la idea de eugenesia y de sus prácticas médicas y sociales subyace la teoría creacionista la degeneración del hombre por el pecado. De hecho, la eugenesia es un concepto determinado por la moral católica, cuya prueba de la existencia de degeneraciones es el alejamiento del hombre de Dios. En cuanto al Régimen, este distanciamiento viene dado por la implantación en el país de un régimen republicano ateo y anticlerical alejado de la divinidad.
La prueba de la “verdad” de este alejamiento son los esquizofrénicos, los alcohólicos, las prostitutas, los epilépticos, etcétera., es decir, toda la población de débiles o de “débiles pseudoideológicos”, que formarán parte del “resto” que la “lógica de excrecencia” de un determinado Poder manifiesta en un espacio y tiempo limitado.
J.M.: Nos hablas en tu obra de la “lógica de la excreción”. Expones que es una lógica de la Moralidad en la que subyace el discurso del Bien y del Mal. Dices también que, es una norma moral e inmóvil fijada en reglamentos jurídicos-religiosos y culturales. Para que funcione, es necesario elegir la parte de la población que será castigada y crear un discurso que justifique esta elección y que se desarrolle en el tiempo. Simultáneamente en esta lógica se producen los siguientes elementos en los sujetos: la “purificación”, la “segregación”, la “expulsión”, la “invisibilidad” y finalmente la “eliminación de la población elegida”. ¿Tiene clara influencia en lo que procede de Alemania sobre la limpieza de la raza y lo que pasó en los Campos de concentración Nazis?
M.J.: La “lógica de la excrecencia” fue aplicada por los nazis, pero en España la utilizamos mucho antes. Los Reyes Católicos fueron los primeros en nuestra historia que la llevaron a cabo. Por poner un ejemplo muy actual, es una lógica que se está llevando a la práctica en Palestina y especialmente en Gaza. Se segrega a una población, se expulsa de su territorio histórico, se impone la invisibilidad y se elimina a la población escogida. ¿No es eso lo que está haciendo el gobierno de Israel con el pueblo palestino?
J.M.: Nos explicas en tu obra que, otra variable de análisis de la “lógica de la excrecencia” es la “purificación de la moral”, que estaba dirigida a reducir la sexualidad, especialmente la de las mujeres, a los cánones de la moral del nacionalcatolicismo. Expones que se aplicó a toda la población, especialmente sobre las mujeres en general y sobre las “rojas “en particular, ya que las mujeres “rojas”, especialmente las anarquistas, eran consideradas como mujeres devoradoras, incluso demonios, porque proclamaban el amor libre. ¿Tras esa caza de mujeres denominadas “rojas” es por lo que vino el hecho de quitarles los hijos a los tres años de edad para inculcarles ideas fascistas como purificación de la moral?
M.J.: Después de la guerra, la población española quedó muy reducida y el interés del Régimen era llevar a cabo una política natalista para repoblar España, pero esta política natalista está delimitada por los parámetros nacionalcatólicos, lo que implica el establecimiento de la moral católica y por ello a las mujeres “rojas” que, evidentemente, no los cumplían se les quitaba a sus hijos e hijas para reeducarlos. En este sentido, la iglesia jugó, junto con la sección Femenina de Falange, un papel fundamental.
J.M.: ¿Nos puedes hablar un poco de los dos casos de mujeres “rojas” que anuncias en el título de tu ensayo?
M.J.: A partir de la historia clínica del Dr. Franco Merenciano, podemos saber que son dos jóvenes de 23 y 25 años, que “pasan” varias veces de la prisión al asilo psiquiátrico y viceversa. La insistencia de estas dos mujeres de que son buenas católicas en su narración nos demuestra la importancia de tener un buen “curriculum” católico. He hecho un análisis de las dos historias clínicas y he podido constatar que una de ellas fue violada por un grupo de soldados cuando iba a su pueblo -Mislata- lo que le produjo un brote psicótico y fue llevada nuevamente al asilo psiquiátrico.
J.M.: Para terminar esta entrevista, ¿qué añadirías que consideres importante para el conocimiento de nuestros lectores?
M.J.: Diría que nuevamente se está imponiendo, y eso es siempre de forma inconsciente, sin darnos cuenta, la “lógica de la excrecencia” o, dicho de otra forma, el hecho de ver al otro -inmigrantes, mujeres, los diferentes- como objetos que hay que eliminar, en nombre de la pureza de la raza y de los valores machistas.
Juana María Fernández Llobera
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