CONVERSANDO CON PAULA CASTILLO
HIPATIA Asociación Intercultural

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"Ciudad de mar", ocho magníficos relatos en un solo libro

Paula Castillo | 26 jul 2025


‘Ciudad de mar’ de Paula Castillo

Ocho magníficos relatos en un solo libro

 

Nos hemos reunido para poder hablar de tu libro de relatos ‘Ciudad de Mar’, que consta de ocho magníficas historias bien construidas, con personajes redondos, que encierran infinidad de sentimientos diversos que hacen que te sumerjas por entero en las mismas. Recomiendo este libro porque seguro, que al igual que a mí me ha sorprendido, a ti también te pasará. 

J.M.: Antes de adentrarnos en la obra que he mencionado al principio de esta entrevista, me gustaría que nos hablaras de ti, para que nuestros lectores te conozcan. Podrías contarnos dónde naciste, dónde resides, la razón que te llevó a estudiar Arquitectura Técnica y Programación neurolingüística en la Escuela Internacional de PNL. ¿Qué te llevó a la escritura? ¿Cómo fue tu experiencia en la Escuela de escritores de Madrid? Y todo aquello que quieras añadir que consideres importante para un primer acercamiento a nuestros lectores.

P.C.: Antes de hablar de mí, Juana, quiero darte las gracias por tu lectura de Ciudad de mar, tus palabras y la entrevista que haces con tanto cariño.

Nací en Madrid, lugar en el que continúo residiendo, aunque cada año paso más tiempo en Las Palmas de Gran Canaria, maravillosa ciudad de mar. Estudié Arquitectura Técnica porque mi padre era Aparejador y desde pequeña me habían fascinado sus lápices y tiralíneas, los estuches de compases y bigoteras, y el sonido del papel vegetal. Imagino que ese afán por imitarlo me llevó a estudiar una carrera técnica. Lo de estudiar Programación neurolingüistica, sucedió varios años después. Siempre me ha interesado mucho el poder de la mente y las capacidades infinitas del ser humano si adquirimos consciencia de ella. Lo que me llevó a la escritura fue el deseo de escribir. He leído y escrito desde siempre. Así lo recuerdo. Me castigaban por escribir en vez de atender en clase. Por diversas situaciones familiares adversas tuve que cambiar de profesión varias veces y fue al encontrar por fin la estabilidad económica y emocional cuando retomé la literatura, lo que siempre me había interesado. Ahora, después de los años tengo más tiempo para escribir y una mayor perspectiva.

J.M.: El primero de los relatos tiene por título ‘La vida perra’. Al final del libro, en la página 227, nos explicas que conociste al hombre protagonista de esta historia en un parque y que tus perras han comido sus guisos y paseado con él. Comienzas el relato determinando el lugar donde nace la historia: en el parque que rodea la Real Basílica de San Francisco el Grande. Dos protagonistas, que son Ipar, que es el hombre que ya de entrada nos describes, diciendo que usaba un silbato colgado a su cuello para llamar a los perros, que, sin atar, lo seguían como si fuera un santo. Nos hablas de que parecía orgulloso y que el recuerdo de él es que era un hombre alto y fuerte, con el pelo abundante, peinado hacia atrás. Por otro lado, tenemos a la que él llama Charito, que va de la relación que tiene con Ipar, a lo que siente en relación a su difunto marido. ¿Qué destacarías de cada uno de los personajes?

P.C.: Bueno, me gustaría aclarar, que a parte de las dedicatorias o los recuerdos que apunto en la página 227, Ciudad de mar es un libro de cuentos de ficción. Es cierto que hay personajes como Ipar, Manjatan o Carmela que han nacido de historias reales, pero que nada tienen que ver con las historias narradas en Ciudad de mar. En este caso que me preguntas, el personaje de Ipar surgió de Iñaqui, un paseador de perros que de vez en cuando cuidaba a los míos. Rosario se fue presentando mientras escribía la historia hasta que la ocupó entera. Fue lo mejor para Ipar, para ambos, además de soñadores creían en el amor.  

J.M.: El segundo relato lleva por título ‘Aurora boreal sobre Stavanger’. Expresas al final del libro que escribiste este relato pensando en tu gran amiga Susana, en las puestas de sol de su casa. Nos hablas de una mujer cuya pareja ha fallecido. Me encanta como nos adentras en cómo vive su soledad Anita tras la muerte de Diego y, sobre todo, desde después del crucero que hace con sus amigas por los fiordos. Pero lo que impacta mucho es su relación con su vecina Manoli y todo lo que acontece. ¿Cómo nació la idea de esa relación?

P.C.: Como te comenté al principio, las historias vienen solas, es mientras las escribo cuando me recuerdan momentos o escenas vividas, a personas que quiero. Anita es una mujer que no tiene suerte en el amor. Cuando conoce a Diego, su maestro espiritual, se enamora de él y deciden vivir.  Él le abre un mundo de colores y optimista diferente al que ella había conocido. Pero tras la muerte de Diego y la amenaza de su jubilación, el miedo a la soledad y a la vejez hacen que su vida se quiebre. Anita se niega a terminar sus días abandonada de todos como le sucede a su vecina Manoli, ve en ella su propio reflejo. Los ojos de Manoli se confunden con sus propios ojos. En un intento de salvarse decide ordenar las piezas de su vida y encontrar el mejor camino para afrontar la vejez. El empeño de salvar a Manoli es su propio empeño por salvarse.

J.M.: El tercer relato es el que lleva el título ‘Ciudad de mar’, que además, es el título que aparece en la portada del libro. Explicas que la historia pudo suceder aquel día que Cala y tu volvíais manchadas de la tierra roja del valle de Ourika. A mí, particularmente, me parece un relato magnífico, porque no sólo te adentras en lo que siente la protagonista ante la muerte de su compañera de vida, sino en esa necesidad imperiosa de volverla a ver aunque sea a través de espíritus de otros seres ya fallecidos que habitan en la casa que compraron juntas. ¿Cómo nació esa idea de hablar de lo que se siente cuando fallece tu ser amado?

P.C.: Escribí este relato en pleno duelo por la muerte de mi madre tras varios años padeciendo Alzheimer. Fue una época en la que la muerte y las ausencias estuvieron muy presentes en mi día a día. Durante un tiempo después de su muerte estuve obsesionada por verla una vez más con su expresión de siempre, que sus ojos me mirasen como lo hacían antes de perderse. No conseguí verla ni en sueños y fue bastante duro para mí. Ciudad de mar está impregnado de ese sentimiento, pero también de mucho amor. En uno de los viajes que hicimos a Marrakech, ocurrió un atentado similar al que viven Laura y Ximena. Nosotras no lo vivimos porque aquella tarde recorríamos el valle de Ourika.

J.M.: El cuarto relato, titulado ‘Una gran adicción’, narras la historia de Marga que tiene una adicción, que no pienso desvelar en esta entrevista, que la conduce a un suceso que hará que conozca al otro protagonista de la historia, que es un hombre por el que llega a obsesionarse. ¿Cómo se te ocurrió esa historia, tan original, sobre el hedor que desprende el hombre por el que se obsesiona?

P.C.: Una gran adicción fue un relato difícil que ha ido cambiando mucho a lo largo del tiempo. No recuerdo exactamente cómo se me ocurrió, creo que apareció con ese olor y fue Marga la que me condujo a averiguar de dónde provenía. Para ella era muy importante seguir aquel olor que lo impregnaba todo, yo solo la acompañé en su viaje.

J.M.: ‘En el amor, calladito’, es el título del quinto relato, que nos habla de la historia de una niña llamada Lilita. Dedicas dicha historia a tu Amiga Carmen, según explicas al final del libro, y que te llevó a escribirla la imagen impactante de su muerte, su generosidad y su mundo de colores. Desde aquí, con el objeto de rendir un pequeño homenaje a tu Amiga, ¿puedes contar algo de ella y explicar la relación existente con la historia del relato?

P.C.: Mi amiga, Carmen, a la que dedico este relato, fue una mujer llena de vida, de buen humor y generosidad. Al igual que Lilita fue una luchadora y una gran artista que supo poner color y pasión en todo lo que hacía. Su vida no tiene nada que ver con este cuento al que amo, es ese amor el que me llevó a recordarla. No puedo hablar mucho más de ella.

J.M.: La sexta historia se titula ‘Always on my mind’, que dedicas a tu prima Marisol y a todas las mujeres que, como ella, sufren maltrato. En ella nos relatas la historia de Carmela, su relación con su madre y su marido. ¿Qué destacarías de este relato?

P.C.: Es un relato escrito con rabia. Siempre que estoy en Las Palmas me detengo en una explanada construida sobre roca volcánica donde rompen las olas con fuerza. A esa explanada le puse su nombre.

J.M.: ‘La conversión de Manjatan’ es el título que hallamos en el séptimo relato, que dedicas a tu Amiga Filomena. En esta historia tocas el tema de los asilos a través de la protagonista Josefina Eleonora. ¿Qué te llevó a tratar ese tema y lo que se va descubriendo a lo largo de la historia?

P.C.: Siempre he pensado que todos caminamos sobre una línea fina haciendo los equilibrios que podemos, pero que en cualquier momento de despiste podemos caer en ese abismo del que no sabemos cómo salir. Dicen que el pasar una noche sin techo donde resguardarnos nos hace perder la mirada, y que en la segunda noche perdemos el habla y la capacidad de comunicarnos. También dicen que, en las mujeres, y sobre todo si son mayores, la brecha es irrecuperable. Este cuento es un homenaje a esas mujeres que tienen las agallas de vivir al otro lado.

J.M.: Y llegamos al último de los relatos, que lleva por título ‘La maleta del doscientos’. Nos dices al final del libro, que es un cuento de viajes, de idas y venidas, de parar y repostar. Encontramos en su interior a Zabel y su marido, Ignacio, a Lali y a Fernando, a Eva, aparte de a otras amistades de ellos. ¿Qué es lo que une a esos cinco personajes en esta historia?

P.C.: A estas cinco mujeres protagonistas de La maleta del doscientos, con diferentes edades y rutinas, les une la soledad y la necesidad de cambio, de ser otra. Me divertí mucho escribiéndolo y me sentí todas ellas. A veces es tiempo de volver, de huir, de comenzar de nuevo o de no movernos. Son cinco mujeres fantásticas que no le tienen miedo a nada.

J.M. Quisiera que nos hablaras un poco de tus otras obras y que describieras brevemente las mismas. 

P.C.: Mi anterior libro de cuentos Sacudiendo moscas es un libro que trata de cómo influye la infancia en los adultos que nos convertimos. De cómo sacudimos las moscas que entorpecen nuestro camino y continuamos viviendo.

En la novela corta El ambarado armario, la protagonista se enfrenta a vaciar el armario de la casa que comparte con su pareja de la que acaba de separarse. A través del olor que desprenden las piedras de ámbar que guarda, recuerda su vida anterior.

J.M. ¿Nos puedes adelantar algo sobre un proyecto en el que te encuentres ahora mismo embarcada o que pienses comenzar en breve?

P.C.: De momento no tengo nada concreto, solo apuntes, borradores y algunos cuentos todavía sin vida propia. 

J.M.: Por último, ¿qué añadirías a esta entrevista para redondearla, que consideres que es importante que conozcan nuestros lectores?

P.C.: Me ha parecido una entrevista preciosa y redonda, Juana. Muchísimas gracias. A los lectores les diría que se atreviesen con Ciudad de mar, que sus personajes y sus historias no les dejarán indiferentes.

 

                                                      Juana María Fernández Llobera

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